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ROMANCE

Prolongando un càndido relato

     Hemos pensado puHicar como especial obsequio navídeno              estado de gràcia, a demostrarnos, entre desmayos y teinores de
a cuantos lean nuestro cjemplar extraordinario, uno de aquellos         una familia, entre dcsaventuras, fe y fortuna, cl triunfo de los
inefables Romanccs o Romansos que tanto poptilarizó la llama-           bucnos y de ios simples. De los bicnavcnturados.
da literatura de cordel. Los romances v»nían a ser !a harración
en verso de una historia o suceso espectacular, que los ciegos               Entregamos el roiiiance tal como figura en el pliego original
cantabait y vendían por la callc y por los ronierajes. Crímenes,        adquirido en una librería de viejo. Solían estos libreros editar-
desaparíciones, raptos y parricidios, narràbanse en forma tru-          los. Baroja cucnta en sus Memorias, que un librero de viejo de
culenta: acentuando horrores y casualidades con propòsito mo-           Barcelona, anarquista, Ic mandaba coplas de ciego, romanccs y
raJizador. Es posible suponer en estos romances, cl precedente          tangos.
mas claro de EL CASO y POR QUE.
                                                                             Aprovechamos los dos grabados de la edición primitiva
     Se imprimían en plíegos sueltos, y para mejor venderlos so-         — uno de Gertrudis, otro de Ramon —, e igualmentc hemos man-
líanse colgar de unos bramantes o cor'deles puestos horizontal-         dado sacar clisé de la estupenda leycnda que acompana la foto
mente en portaíes y tiendas. Allí acudian — espècie de mentidero        da Gertrudis (a) Flora. Bl Romanso està integro; sin corregir
periodistico —, cuantas chachas, soldades, comadres y bachi-            ni la puntuación, ni la sintaxis. Quizàs deba advertirse que si
lleres, ansiaban saber m!as especialidades de alguna horrorosa          como dijimos, eJ autor lo escribiera en estado de gràcia, idèntica
noticia.                                                                situación dcbe buscar para si cl curioso que cmprenda la lectura.

     En este fin de afio de mil novecienïos sesenta y tres, cuando           En favor de ello, alejemos el nefasto sentido de lo cómico
pese a la mayoria de apariencias y presagios, el mundo del arte         que por desgracia, tanto abunda. Ni malicia ni fcrocidad, nos
y las zonas mas radicales de! espíritu del hombre contcmporànco         llevaran a nada constructivo. Vayamos en cambio aO encuentro
se inciinan hacia valores cxpresivos del orden sentimental, cuan-       de nuestra inteligencia humorística, es dccir, poètica. Capaz de
do se ha desterrado el antiguo común denominador de la razón            intuición y apta para descubrir el interior de las cosas, su ri-
y se halla en crisis el sistema basado en ordenaciones cissistss        queza humana. Es con humor que gozaremos de este y de todos
de la realidad exterior, cuando se vuelve a lo personal y el co-        los romances; del mas refinado producto artistico como del més
razón torna a ser sagrado, en medio del panorama contempora-            arrabaJero,
neo, la re\'ista de Lloret se l a n z a a apoyar el resurgir de la in-
genuidad. Es asi que publicamos en las pàginas que siguen, cl               Navidad. Fin de ano. Ticmpo de milagros, ticmpo de en-
pcquefio, conmovcdor reíato de las andanzas de Gertrudis y              cuentros. Enterémonos todos del curioso e insòlito caso de la
Ramon, dos in'felices. Està escrito sin aquella tècnica o «receta»      nitía que se perdió, y fue ballada por su hcrmano, soldado en
que da el oíicio de escritor. Viene el poeta anónimo como en            tierra de'l moro: «...cuando íba en busca del enemigo, según or-
                                                                        den que le daban».
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