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POLÍTICA

    En 1956 el joven político egipcio Nasser decreto                 DE  MACMILLAN
 la nacionalización del Canal de Suez. Hubo un gol-
 pe militar y Francia c Inglaterra cstaban dispuestas
 a entrar en la lucha. Intervino la mano americana que
 en aquel entonccs tenia el nombre de Foster Dulles
 y todo quedo en agua de borrajas. Però en el número
 10 de Downing itreet las cosas no acabaron aquí.
 Los ingleses no perdonaban a Sir Anthony Edèn
 — luego lord Avon — su ijiipasibilidad ante cl hecho
 y ei no saber za^arse hàbilmentc de la ingerència ame-
 ricana. La crisis fue aguda. Edèn dimitió aquejado de
 una graviï eniermedad y su ministro del Tesoro Harold
 Macmillan subió a ejercer las lunciones de Primer Mi-
 nistre. Grave coyuntura para el premier con un lu-
 turo nada lisonjero. Macmillan supo salir del atolla-
 dero. Hombrc imperlurbable, inteiigente y habilísinio
 político, fu2 a mas e incluso llcgó a 'decir — no como
 juitiiicativo de su actuación y la de Edèn en üuez,
 pues lUego lo demostro con realidades en las colonias
 inglesas — que habia llegado la hora de Atrica y que
 CFJ necesario empezar una descolonización. Estàs aiir-
maciones luej-oii muy bien acogidas en Atrica però
 no asi en ei Parlamento, en donde tuvo que suirir las
 lucrtes di£|tribas de! Marqués de Salisbury, Macmillan
 intentaba rompcr Ja tradición, tarea no poco àrdua
 en Inglaterra.

    Como todos los gobernantes tuvo sus golpes adver-
 sos. El caso Próiumo lo puso a! borde de una crisis
 al igual que a su partido. Nada se !e puede acbacar a
 la persona de Macmillan. Hubo una traición por parte
 de sus amigos y de personas que él consideraba dig-
 nas, Estos temas dei tipo Prórumo han sido s^empie
 e.xplotados por los adversarios politicos. Los laboristas
 tambicn sacaron su tajada contando con el elicaz apo-
 yo de la gente fàcil — que siempre es mayoria — y el
mufieco se indó tanto que se desbordaren los cauces
 y de lo que era un simple lio de particulares üegó a
hacerí;e un conilicto nacional enturbiando la persona
'del premier, honrado hasta la médula y de una con-
 ducta intachable.

    En;ermo ya, a Macmillan le sobraron fuerzas para
lograr su última gran victorià: La elección de su su-
 cesor.

LA ULTIMA VICTORIA

 Lord Home sin títulos                                               Las próximas elccciones

      Los ingleses siempre han tenido fama de grandes políticos.         La derrota conservadora se palpaba. Wilson, lidcr laborista,
 El partido conservador ha hecho honor a esa fama. En la Con-        tenia pràcticamente ganada la batalla. No había posibilidad sal-
 vención de Blackpool para la e-lección de un candidato del par-     vadora para los conservadores, tras la enfemicdad de Macmillan
 tido a presentarlo en las próximas eleccioncs, nada se saco en      y su negacióa a presentarse como candidato en las próximas
 claro. Los tres candidatos eran Hailshan, Maudling y Butler.        eleccioncs. Ahora ya la opinión inglesa cmpicza a fraccionarse.
 Ninguno de los tres obtuvo una mayoria capaz de llevarle a una      Nosotros juzgamos segura Ja victorià conservadora. Lord Home
 futura Victoria segura. Las fuerzas estaban muy repartldas con      es un gran político, de la talla de Macmillan, adeniàs tiene un
 una ligera vcntaja de Butler, que ya era la segunda vez que se      gran equipo. Una medida eficaz de cara a la política interior ha
 presentaba. Si a esta obscuridad dcntro de! mismo partido con-      sido el de crear el Secretariado para la Indústria y el Comercio
 servador unimos la victorià parcial de los iaboristas en las ú!-    y el Dcsarrollo Regional, labor que ha cncomendado a Lord
 timas elecciones munícipales y que el partido conservador lleva     Heath, uno de los mejorcs economistas ingleses que juntamente
 ya en el poder desde el ú-ltimo mandato de Churchill hasta nues^    con Maudling. ministro de Hacíenda, forman un tàndem de una
 tros días — y la gente quiere nuevos políticos y nuevas tenden-     solvència económ'ica pocas veces vista. Ademàs Lord Home
 cias — no era de extranar una intranquiüdad en Macmillan, que       habla de una nueva pianiíicación econòmica. Todo elio sin duda
 veia como se le escapaba irremisiblemente el poder a los con-       alguna con vistas a ganarse un poco la opinión pública de los
 servadores. A Macmillan se le presento un grandioso dilema.         ingleses para las próximas elecciones. El inglés no quiere po-
 Por una parte Butler, gran amigo suyo y que se le daba de lado      liticos, aunque cuando los ha n?ccsitado los ha tenido, al fin y
 por segunda vez y el partido de ambos. Por otra parte. Lord         ai cabo ellos han hecho siempre su política sin contar con los
"Home era el honibre ideal, però su condición de noble no le per-    demàs. Lo que si les interesa es vivir mejor o al menos que al-
 mitia asomarse a la liza electoral. Pero\por encima de todos estos  guien se lo prometa. Home también lo ha comprendido asi y
 inconvenientes se hallaban Inglaterra y el partitfo conservador.    ya SC ha llevado los primeros aplausos de la opinión inglesa.
 Macmillan apunto hacia la soiución mas real que era cl nombra-      Lord Home empieza con buen paso el espinoso cam'ino preelec-
 miento de Lord Home. Y es aquí en donde la solidaridad del          toral al que nunca se hubiesc imaginado llegar y que ha sido
 partido adquicre caracteres de grandeza. Butler admite la soiu-     posible gracias al golpe de audàcia de un político tan singular
 ción de Macmillan, sin un reprochc • apenas unas làgrimas de        como Harold Macmillan.
 su esposa — y lord Home renuncia a sus ocho títulos nobilia-
 ríos. El bache estaba salvado, Macmillan respiro.                                                       JOAQUIN ESCUDERO CUEVAS

                                                                         IQ
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