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EL IRIS

envolviendo á los pueblos en espanto- to no vemos destacar en el horizonte

sas tempestades; si hombres sin fé, ni de los pueblos, cuya inteligencia ma-

creencia alguna persiguen á la religión leada por una falsa educación la se-

odiando su orden gerárquico y desobe- pultan en los más profundos errores!

deciendo sus preceptos; si hombres ¿A qué son debidas tantas necias teo-

corrompidos de corazón y detestables rías, tan absurdos principios, tan de-

por su ciencia minan sordamente las testables conocimientos y tan abomina-

instituciones sociales de los pueblos, bles doctrinas como se difunden hoy

para sepultarlos en la más negra anar- por todas las clases sociales, sino á esas

quía, y la familia en la más completa inteligencias mal dirigidas, mal culti-

disolución, es porque su educación no vadas y peor educadas?

se ha ennoblecido con el carácter de       No hacerse ilusiones en materia tan
una instrucción que guiara por la sen-   importante; la enseñanza que no está
da del deber, de la verdad y de la vir-  fundada en el conocimiento profundo
tud sus facultades; es porque no se ha   del espíritu humano, en la cultura de
inspirado en esa cultura moral á que     las facultades mentales, no merece el
toda educación debe obedecer si ha de    nombre de educación intelectual, es
ser digna y santa.                       simplemente instrucción de la inteli-

La educación de la inteligencia es gencia. En la primera edad del hom-
esencialmente activa, debe sin cesar bre, conviene muy particularmente fi-
desenvolver sus primeros gérmenes; de jarse en los principios de esta educa-
lo contrario dormida en el sueño de la ción y no descuidarla en cuanto no se
inacción y de la ignorancia se embrute- desvie de su carácter verdadero. Los
ce, así como el cuerpo se embrutece, si conocimientos que en esta edad se ad-
no se ejercita, y el alma misma, llamada quieren no serán nunca sólidos, se ol-
á conocer á su Criador permanece en las vidarán desde luego, no dejando tras
tinieblas, si no se le habla de Dios y sí más que simples y oscuras reminis-
no le busca en las obras de la creación. cencias, si el desarrollo intelectual no
                                         está basado en la comprensión, y en
  Todos los diversos ramos de la edu-    esa idea clara del objeto que se desea
cación deben dirigirse bajo la influen-  adquirir y encaminado siempre á la
cia de un pensamiento superior que       adquisición de la verdad, al cumpli-
los haga converger hacia un mismo fin,   miento del deber y de la conciencia
digno del destino del hombre, más allá   moral. Si bien el hombre en su infan-
de lo terreno; pensamiento que no ten-   cia no es el juicio la facultad que más
drá'realizacíón en la humanidad, mien-   pronto se desarrolla, no obstante, con-
tras la inteligencia del hombre sacude   viene ir progresivamente despertando
el yugo suave de la verdadera ciencia,   ese principal atributo del alma, en
en donde está cimentado su porvenir      donde tiene su asiento la razón.
inmortal. Tal es la solución del gran

problema de la educación popular. Está consignado en la experiencia;
¡Cuántos hombres de genio y de talen- el talento y los conocimientos son fu-
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