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4 EL IRIS

qu2 Dios ha distinguido la naturaleza preferencias en orden á las faculta-

del hombre, es el de la inteligencia, ó des que comprende. A este fin no solo

sea lafacultad de conocer. ¡Admirable 4ebe comunicar á todas, sin excepción,

privilegio concedido gratuitamente por el grado posible de desarrollo para irse

la Eterna bondad á esa criatura racio- paulatinamente cultivando, sino que

nal, la única de la creación predestina- sin perder la ilación y armonía en el

da para una inmortalidad feliz! conjunto, permita, al propio tiempo,

La educación intelectual no circuns- unos medios diferentes de dirección
cribe su acción, ni limita su objeto, al para cada una de ellas sin destruir el
exclusivo desarrollo de las facultades orden providencial, establecido por su
de la inteligencia, mediante el concur- Criador, al favorecer el alma con tan
so de la instrucción; esta educación nobles prerogativas.
que investiga las múltiples funciones
Para la consecución de tan nobilísi-

del pensamiento humano, que sondea mo objeto, para educar al hombre bajo
las escabrosas sinuosidades de la razón, el punto de vista intelectual, no basta
lleva consigo á más de un desarrollo la instrucción como elemento exclusivo
vivo, constante y progresivo en todas para conseguirlo; los objetos materia-
sus operaciones internas, la dirección les, las prácticas morales, las sensacio-
explícita de esos mismos actos al cono- nes de los agentes que nos rodean, y
cimiento de la verdad, á cuya influen- mil otros elementos que están en co-
cia poderosa debe estar supeditada. Es- municación con nuestros sentidos, pue-
ta educación, pues, es de la mayor im- den servir de instrumento al educador,
portancia, importancia que dimana de si sabe echar mano de ellos, y aprove-
la educación misma del hombre, al cha además todas las ocasiones oportu-
descubrirse en sus actos y operaciones nas que se le presentan.

externas tantas aberraciones y errores, Y esa direccióp que debe imprimirse
resultado casi siempre Je una educa- á la inteligencia humana, ese encarri-
ción bastarda, hija del orgullo y con- lamiento á que debe sujetarse si se
cupis:eneia carnal, En este sentido no quiere ande por los rails de la ciencia
s; educa en la verdadera acepción de y de la virtud, no debe su carácter ser
Ja palabra, porque la-inteligencia en vez j puramente intelectual, como quien
de dirigirla en pos de los caminos de cultiva sus facultades para un fin de-
la verdad y de nutrirla del pasto de sus terminado, debe encaminarse más esen-
saludables enseñanzas, se la inicia para cialmente á dirigir al hombre por el
el mal, se la hace fuerte para entregar- camino del deber vinculado en la ca-
se Á las iiiáS monstruosas utopías po- rrera que emprenda? En este concepto
niéndola en peligro de sepultarse en esta educación obedece á una necesi-
los más espantosos delirios.
dad, no solo del individuo, sino que se

Esta educación además debe de ser extiende á toda la Sociedad. Y en efec-
de un cará-:ter general, no particular, to; si hombres turbulentos anublan de
'si se quiere que se completen: fuera vez en cuándo el tranquilo cielo social,