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EL IRIS.
mad'o dos escuelas, que han cortada la como instantáneamente á las que per-
-cuestiófl, negando á la vez esa unión manecen inalterables.
misteriosa La primera, compuesta de Veamos como se esplica este fenó-
los llamados materialistas, no creyen- meno psicológico.
do en la existencia del espíritu, la se- Intima afinidad con el estado de la
gunde la de los idealistas negando á la salud corporal tiene la memoria, pues
vez la existencia de la materia; solu- se altera ésta, cuando el estado de sa-
ción que para ambos podrá ser conve- lud del cuerpo, principalmente la ca-
viente, pero á la luz de la fé y del buen beza, no se encuentra en su estado
sentido inadmisible y absurda. normal.
El hombre, dice Pascal, es en si mis- También se debilita extraordinaria-
mo, él mas prodigioso objeto dé la Na- mente esta facultad, cuando nuestro
turaleza: no puede concebir lo que es cuerpo se halla en estado de gran can-
un cuerpo, menos aún lo que es un es- sancio ó en completa embriaguez, en
píritu; y sin embargo tal es su propio tanto que en estos casos la fantasía se-
-ser » ¡Admirable pensamiento que con- nos presenta mas activa y como sobres-
funde el orgullo de la razón humana y citada mas que de ordinario. Igual-
nos hace reconocer la infinita sabidu- mente se observa que la razón y ía in-
teligencia se entorpecen, durante una
jía de un Dios!
enfermedad, cuando la sangre abitada
Xl observar el hombre y estudiar la circula con escesiva rapidez por sus
íntima relación que existe entre las fa- conductos naturales.
cultades de su alma y las de su cuerpo,
notamos entre ambos cierta armonía, Si observamos el niño, y aún el mis-
cierta ilasión y ciertas leyes de cone- mo hombre cuando se encuentran aca-
xión que no podemos menos de mani- lorados por el juego, ó poseídos por la
festar á su paso, por la educación física. cólera, los veremos obrat*p".no por re-
Aunque breves, nuestras indicaciones flexión, ni bajo el influjo de la ra-
nos parece que podrán servir de pre- zón libre: la pasión regulará sus ac-
servativo para la conservación de nues- ciones y ofuscará en cierto modo sus
tro cuerpo y al mismo tiempo como de facultades. A más de qué las fuerzas
ampliación á las ideas que acerca aqué- espirituales se'debilitan, cuando el cuer-
lla venimos emitiendo en nuestros ar- po ejerce las funciones dé reproduc-
tículos anteriores. ción general, alterándose aquellas muy
frecuentemente, si en este estado se
Cuando nuestra debilidad corporal pretende desarrollarlas.
tiene paralizadas las funciones en nues- Durante el período de crecimiento
tro organismo, el espíritu se entorpece, en la infancia, se observa en ella otro
ss debilita y su actividad se muestra fenómeno en las facultades de su alma:
como afectada y detenida en sus múl- parece como en cierto modo la activi-
tiples operaciones. Por manera que el dad del espíritu se muestra debilitada
desequilibrio de las unas se trasmite, y como perezosa en sus operaciones in-