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REVISTA -CATÓLICA, CIEHTÍFICA Y LITERARIA.

CADA DOS DOUmdOS.

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AÑO I. MAR ^ !NoviEMRREpEij86. NÚM.

EDUCACIÓN DE LA HIUGER. rias y desdichas, y de cuanto encierra
de venerando un pueblo en- religión,

costumbres, leyes y civilización? In-

La educación de la mujer debiera dudablemente que sí, y si tan impor-

ser elgran pensamiento en quemás»* tante essupapel en la historia dela

fljáran su atención los hombres de go- humanidad j ¿podrá desempeñarlo dig-

bierno. Receptáculo moral de la espe- namente, singantes haber recibido una '

cie humana, encuyo seno, según Cor- preparación que la haga digna de tan '

mériin, lleva encerrado el porvenir de grande ministerio?

las sociedades; ¿será de menor impor- Es preciso reconocer, empero, que .

tancia social sumisión que la del hom- la atmósfera social no está muy á propó-

bre, ella cuya influencia en sus desti- sito para formar el carácter de la mujer,

nos esinnegable, como nos lo confir- y dirigir, con acierto, sus sentimientos. .

ma ensus páginas la historia de todos Por eso siempre que se hablji,,de su

las edades? educación nuestro animóse sobresalta,

Gran parte toma la mujer en la edu- y creemos que un plan completo de
cación del hombre y enel porvenir de educación no puede formularse en ,
los pueblos. Aunque instrumento, en nuestros tiempos, si todo cuanto moral-
apariencia débil, para contribuir con mente la rodea, no secunda los prin- .
sus fuerzas á la formación de su carác- cipios en que debiera aquella descansar ,
ter yá la perfección de sus costumbres, para ser pura, sólida y cristiana. Sin
es sin embargo evidente, que desde embargo, mucho puede prometerse la
una esfera humilde y desconocida, pre- familia de la mujer, y lasociedad mis-
para y ^labora el germen vital, del ma recogería sus frutos, si la acción
cual han denacer todos los elementos oficial, secundada por los amantes de
constitutivos de una nueva generación. una ciencia «scencialmeñte religiosa,
La mujer es la familia, y la familia desarrollara una ley, cuyo espíritu-fue-
es elafluente de la sociedad, ¿no será, se la síntesis de la verdad y de la cien-
pues, la mujer participante desus glo- cia.