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EL
late á impulsos del amor divino, como ¡Ay! que vida tan amarga
esa fruición que experimenta el alma Do no se goza al Señor;
cuando se eleva á Dios, tributándole Y sj es dulce el amor,
gracias por los beneficios recibidos, re- No lo es la esperanza larga.
conocerle sus grandes atributos, vene- Quíteme Dios esta carga
rarle é invocarle á cada instante, sin- Mas pesada que de acero,
tiendo por Él un amor intenso é in- Que muero porque no muero!
conmensurable, que tan gráficamente
ha pintado la esclarecida Santa literata Solo por la confianza
Teresa de Jesús, cuando abriendo los Vivo de que he de morir,
más recónditos pliegos de su corazón Porque muriendo, el vivir
escribía: Me asegura mi confianza;
Muerte do el morir se alcanza
A No te tardes, que te espero,
Que muero porque no muero.
Vivo sin vivir en mí
Y tari alta vida espero,
Que mufiro porque no muero.
Aqueste divino amor Mira que el amor es fuerte.
Del amor con que yo vivo, Vida no me seas molesta,
Hace á Dios ser mi cautivo Mira que solo te resta
Y libre mi corazón: Para gozarte, perderte.
Más causa en mí tal pasión Venga ya la dulce muerte.
Ver á Dios mi prisionero, Venga el morir muy ligero,
Que muero porque no muero. Que muero porque no muero.
¡Ay, qué larga es esta vida! Aquella vida de arriba,
Qué duros estos destierros, Es la vida verdadera;
Es|a cárcel y estos hierros, Hasta que esta vida muera,
En que el alma está metida; >: Nó se goza estando viva;
Solo esperar la salida Vivo muriendo primero,
Me causa uñ dolor tan fiero, Que muero porque np muero.
Que muero porque no muer».