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EL IRIB

la imaginación concibe el porvenir, la en el sol, por ejemplo, concebimos de

primera repite y sostiene ldS conoci- este astro una idea, en cuyo caso no

mientos, la segunda crea y anima; la tenemos de él mas que una simple per*'
una fundada en el hábito conserva; la cepción;pero cuando deseamos anali-

otra basado en seres meramente fic- zar sus cualidades, su naturaleza, en*-

ticios, es espontánea y su carácter es tortees nos formamos su juicio.

la libertad. ¡Con qué cuidado deben ir El raciocinio es algo mas que el jui-

los padres y maestros de la infancia en cio, es en cierto modo, superior á él,

educar esta facultad, vigilarla, conte- sin embargo no pueden ambos aislar-

nerla y dirigirla en la juventud tan se. El raciocinio es la deducción que

propensa en ilusiones! Pero también sacamos de un objeto luego de forma-

¡qué partido no puede tomarse de las do el juicio. Esta facultad engrandece

preciosos atributos, que en medio de nuestra alma, la hace conocer verda-

los malos morales que afligen al hom- des cuya evidencia no se manifestará

bre, ofrece siempre el mágico remedio inmediatamente. Raciocinar es combi-

de la esperanza! nar, es sentar uno ó mas juicios para

- Al lado de la imaginación y para ba- deducir de ellos útiles y legítimas conse-
lancear en cierto modo su acción pode- cuencias. En esto consiste toda la cien-
rosa, se desenvuelve la ra^ón,que vé la cia de la vida, que no.es mas que una
verdad si se educa en los elementos en serie de deducciones de principios más
que está ésta basada. El pensamiento ó menos acertados según la educación,
verdadero, expresión de la verdad real carácter y sentimientos de los hom-
que descubrimos en los objetos, ema- bres.

na de la razón, que es la inteligencia Si bien nuestra alma comprende

misma del hombre elevada al grado además otras facultades de orden se-

mas eminente de su carácter racio- cundario muy útiles de ser conocidas

nal. del hombre, no consideramos oportu-

Hay sin embargo, en esta sublime no, en este artículo ocuparnos; lo hare-
facultad dos actos ú operaciones men- mos en nuestros números sucesivos. .

tales que se enlazan y unen mutua- R. A.
mente, pero que se distinguen entre sí,

el juicio y el raciocinio.

El juicio no se limita á percibir los Sección literaria
objetos aislados, comprende sus rela-

ciones, las cualidades y caracteres que

los distinguen. Asi pues, si nos fijamos Nada complace tanto al corazón que