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desarrollarse los intereses morales y mente se precipita al vicio? Todavía es
materiales de las familias. El hombre tiempo, de conjurar la tempestadque
entregado á si mismo, á sus propios se cierne sordamente en el horizonte
instintos, deseos y pasiones, rompe de nuestra Nación, mas tarde
trabas, seestralimita, sacude todo me- Rosendo Albert.
dio de.represión, y, á manera de furio-
so huracán todo lo arranca de cuajo; y
esa misma libertad c£ue considera como
el mayor triunfo de su independencia, Sección científico-educativa.
se convierte, para él, en fiscal tremen-
do de acusación. Luego para sostener- Facultades intelectuales delalma.
se el orden, para conquistar una sólida
libertad que promueva y haga la dicha IV
de lasnociones, debemos buscarla allá
donde está'la fuente cuyas aguas bené- Con la percepción exterior, ó sea con
ficas rocíen y fecundicen esos dos ár- el desarrollo de nuestros sentidos, se
boles frondosos que nos ofrece prote- pone nuestra alma en relación con los
jer y alimentar, la enseñanza del deber objetos que la rodean, losanaliza y es-
y de la fé. No concebimos, pues, ver- tudia á su placer, concibiendo de ellas
dadera sociedad, verdadero adelanto, ideas más ó menos exactas; de igual
si se destruye ese nuevo lazo que de- modo la percepción interior, es decir,
biera unificar todos los ramos del sa- nuestra alma, concentrándose en sí
ber humano.
misma se da cuenta igualmente desus
Hombres qué regís los destinos de afectos, de sus sentimientos, de sus
nuestra desventurada Patria, tended operaciones, enuna palabra, de su exis-
una mirada á ese pobre pueblo que tenci'a real. La primera se verifica á
sufre y agoniza de hambre porque le favor de cierios órganos deque nuestro
falta el pan material, y agoniza en la cuerpo está dotado^ llamados loscinco
fé porque le arrebatáis de su seno la sentidos; la segunda porla apreciación
enseñanza por escelencia: el Catoli- de las diversas facultades deque nues-
cismo. Sinesa antorcha celestial, sin tra inteligencia está dotada.
los sentimientos puros y sublimes que La inteligencia del hombre es una
inspira la virtud; ¿que va á serde esa en su esencia, si bien múltiple en sus
nave social que dirigís? Sinla instruc- dotes ó atributos. El estudio desu mis-
ción moral-católica, que será de esa mo ser, la observación de sí misma,nos
apasionada juventud que tan desalada- lo demuestra claramente. En efecto,no