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Un hombre y un país: Las razones económico-políticat
Nasser y Egipto Para la fomiación de un imperio al estilo siglo XX
son necesarías unas bases sólidas, taato económicas
^Qué CB lo que pretende Nasser? £1 lector frecueii' como politicas, si se quiere actuar con una indepen-
temente se habrà becho esta pregunta. La incompreo' dència total con respecto a elementos extranjeros. Eo
sión nos invadc al hablar de este joven político. V a n ' ei terreno económico vemos que son todos ellos paises
guardista ideológico en el mundo arabe. A pesar de subdesarrollados y necesitan del Crédito extranjero.
cllo y dcntro de este enigmàtíco circulo de la política Carecen de indústria. Los productos agrícolas, por ser
del Rais, columbramos una solución que mas o menos naciones cuya situación geograHca està orientada en
parecc tranquilizamos. Nucstra buena volun tad falla una itiisma zona climàtica, y debido a la escasez de
una y otra vez. El proceso cvolutivo de la política regadio, presentan una gran uniformidad en todos
— en este caso con poco margcn de tiempo — nos eIJos. íjrave obstàculo para sus intercambios comer-
quita la razón sobre aquella hipòtesis planteada. La ciales. Otro factor imporCante: escasez de técnicos. La
intranquilidad se nos apodera de nucvo y volvemos acción bélica de extranos puede quedar descartada,
a caer en ese. mar oscuro de la insolubilidad. mas no el bloqueo económico.
Formar un imperio arabe para destruir a Israel y En lo que se refiere a las bases politicas, los hechos
para que el intrusionísmo de las potencias extranjeras, acontecidos ültimamente nos muestran de una fornia
en defensa de esta no pase al terreno de la acdón palpable una gran inseguridad. Síria, pais de RAU,
— merced a so fortaleza —, sin originar un serio con- ha roto varias veces esta unidad. El partido del Baas'
flicto, puede ser un atenuanie a esa insolubilidad. Mas, antinasserista parece tener bastantes adeptos, sobre
Icómo pretende formarlo? Aquí es donde nuestro es' todo en el ejército. Por otra parte, Síria es de todos
cepüsmo SC agiganta. Esta es realmente la pregunta los paises àrabes el que tiene una clase medía mas
bàsica que nos lleva a la que enunciabamos al prin- amplia. Ideoiógtcamente podemos clasitícarla deutro
cipio. iQaé es lo que pretende Nasser? Porque hoy del marco conservador y en donde las ideas socialistas
por hoy un imperio arabe no lo creemos factible. de Nasser encuentran un valladar resistente.
Argelia no puede atender a esta unidad con esmero.
Se halla en un periodo de recuperación después de
una guerra de seis aüos y aquella se halla financiada
no por Nasser sinó por Francia. Es lógico que las
conversaciones Nasser-Ben Bella no cristaüzaran. Ben
bella se ha dado cuenta de que por encima de esa
unidad àrabe — tan en el aire aún — se halla el he"
cho concreto de levantar a su pais como digno colo'
fon a su revoiución.
E n el Irak es quizàs donde esa inseguridad poll'
tica està màs acentuada> El íin de Falsal II y de Kas'
sen Bon muestras màs que elocuentes. Y no hay in-
dicios de una consolidación gubemaoiental de tCü'
dencias nasserianas.
La política del Rais
Aparte de todas estàs consideracioaes económico-
politicas de suyo importantes està la política del
Rais. Las intrigas nasserianas en otros paises no son
vistas con bueoos ojos. El ejemplo de que solo dos
naciones, Síria y Egipto no se comprendan, es un
mal antecedente para el ingreso de otros paises en
la RAU. Luchar como han luchado la mayoria de
todas estàs naciones para sacudirse del yugo domina-
dor y luego caer en la misma situación, es una polí-
tica inhàbil. La cautela invade todos los centros di-
plomàticos àrabes con respecto a Egipto. Nasser quie-
re centralizarlo todo. No pretende formar una fe-
deración, sinó una unidad y al frente de ella un hom-
bre y un país: Nasser y Egipto, Esto apoya màs
nuestro aserto de que, hoy por hoy, el imperio àrabe
no deja de ser una utopia.
JOAQUIN ESCUDERO CUEVAS
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