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OYERONSE LAS RONCAS BOCINAS
El 2° Gran Premio Internacional ^Cosla Brava», Trojeo
Pegaso, organizado por <LAmigos Coches Veieranoi», <íUnion
üspanola de Clubs de Auiomóviles Aniiguos:& e <c.inier-
uaitúnaí t'ederation o} Veieran Car CluOs», tuvu en L·iorei
Ue Mar, junia a la colaboraciún y apoyo ae las uuiunaaues,
entiUaaes ujiaaies y empresos pnvaüas. un incownensuraote
marco de belleza y alegria.
Cuando en el aire de la Villa resonaron las viejas bucinas
por el Paseo del Mar, la playa quedo vacia üe Danisias y las
cumaras joiograficas entraran en acción para captar aquella
que nosoiros no ttemos conocido y que los mas vtejos casi íe-
nian otvidado.
ï L·loret recibió, enionces. con su tradicional simpatia, a
vehicuios y conductores, que nos aparectan como arrancauos
a una pagina de la historia.
Ln ia ürbanización Canyellas se entregaron las copas a
los vencedores cle la etapa, clasijicandose en primer iugur. uon
Manuel Uaoarro Codina, que conducta su coctie matricula
CU J. Un poco mas larae y en ta «Masia del tinar», parii-
cipantes y organitaüores Jueron oosequiaüos con un viiiu ae
Honor, iràs unas breves palat?ras de salutaciún del senar Al-
calde, uon iSarciso tors Oliver, se ojrecieron, a los compases
de un garbaso pasoüaole espanol. unos ramilietes de jiores
a las aamas pariicipantes.
La vciaaa, amenizada por un excelente conjunto y con la
formidable aciuación de vedettes de gran /ama, /ue sensacio-
nal, uurante la misma se repartierun entre los asistentes sen-
dos eiemplares de las revistas ^'lourist-L·lorei lunsmo» y
^Noticias y Actividaaes del òtndicata», elegantemenie presen-
tadas. òe teyó lamoièn un telegrama del cxcnio. sehor Oo-
bernador, üirigido a aon Alberta Maluquer, Director del Gran
Premio, lamentandose de no poder asistir, pues se hailaba en
Barcelona.
La cena tuvo lugar en el Hotel ^Roger de Flor^ y en la
Plaza del Ayiintamtenio una audición de sardanas con la pri-
merisima Cobla €La Principal de La Bisbal». Al dia siguiente
y en el Paseo del Mar, se efectuaran con gran animaciún las
pruebas clasificaíorias de habilidad. Terminadas las cuales par-
tieron con dirección a Barcelona hasta Enasa, donde se e/ec-
tuaría el reparto final de premios.
A todas ellos, alemanes, belgas, franceses, ingleses y es-
paíioles, participantes y arganizadores, TRAMUNTANA y
Lloret de Mar les desean haya sido grata su estancia entre
nosotros.
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EL RALLYE
COSTA BRAVA
pasó por
LLORET de MAR
Un reportaje: OLIVERAS-TRULL
à
Cuando las gentes oyeron en sus calles por primera vez las
detonaciones de un motor de explosión y vieron con espanto
ia carrera humeante de un coche sin caballos, creyeron asistir
a un acto de brujeria,
Efectivamente, así era. Con el automóvil surge un nuevo
íetichismo.
De signos cabalísticos, de rayas y de luces se han llenado
nuestras calles y rutas. Los hechiceros visten dé uniforme, sus
aniuletos son el guante blanco y el silbato; sus remedios. el
làpiz y el papel. Y en este mundo de adcptos y contrarios to-
dos bailamos al son que nos quieren tocar.
ÍLUZ verde! iPasa!
En las inhóspitas tierras del Norte de Austràlia, e] maestro
aborigen ensena a sus alumnos a conocer en el rastro de la
playa, las huellas del cocodrilo y a prevenirse de sus ataques.
En las inhóspitas tierras del mundo civilizado se previene al
nino de otro peligro: el auto; y se Ic enseiía un nuevo código,
el de la circulacíón.
Del «Yo quiero un auto papà» de los felices aííos veinte,
hasta la noche blanca de Le Mans entre el ruido enioquecedor
de los bólidos de carreras y el ritmo delirante de los rocks y
del twist, va toda una historia.
La historia de una lucha, una de cuyas batallas «La guerra
del sisents;» narra Joan Capri, y de la que no sabemos si somos
vencedores o vencidos; o acaso ni lo uno, ni lo otro-
Los veteranos de cien batallas que escaparon asombrados
a las curvas de la muerte, al choque fulminante, al fuego, al
montón de chatarra y al olvido, viencn hoy a nuestras pàginas,
orgullosos, nobles y renqueantes. Son los héroes del Rallye
Costa Brava. Los últiroos de los primeros.
Para los lectores de TRAMUNTANA, cuatro fichas del Ra-
llye a su paso por Lloret.