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TRAMUNTANA CARTA DEL DIRECTOR

REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: Un donjuanismo
LLORET DE MAR: SAN ROMAN. 2
muy
APARTADO 5
Costa Brava
DEPÓSITO LEGAL:
GE. 170 - 1963 Ya es llegada la hora, lector, de recapitular las màa ex-
presivas muestras de humanidad surgidas en la Costa Brava
IMPRESIÓN: y a consecuencia de ia Costa Brava. Quisiera dar el primer re-
GRÀFICAS TABERNER paso pintoresco a algunos de aquelles tipos que sean resultado
inmediato y extremo de incorporar lo muy nuestro, lo castizo,
DIRECTOR Y CO M PAGI N ADOR: a «estos vagos olores a cuero y a aceites para el soÍ de los
N. PIJOAN GÓMEZ turistas» de que nos hablaba con fina punteria el amigo Fà-
bregas en T R A M U N T A N A de junio.

il·io pensaste nunca en el nuevo Don Juan, el baülsta, el
Oon Juan de la Costa Brava?...

El conquistador de la brava costa, es un Don Juan trivial;
simboliza una espècie inferior de donjuanismo cuya indomable
pasión continua siendo tan typical Spantsh como el modestísi-
mo burro cargado de botijos, personaje central, vcdettc de las
mas turisticas diapositivas. Este Don Juan, al que por su escaso
rango llamaremos desde ahora Don Juanito, debe aprenderse y
conocer a fondo el cuestionario amoroso o, cuando menos, el
sistema de gestos frívolos de moda en el extranjero. Trabaja
solo, pues odia el ataque en manadas. Don Juanito no es un
vulgar gamberro. Don Juanito es algo asi como un especialista
en taquicardias internacionales de mecanógrafas en baüador.

El repertorio de palabras, gestos y poses europeas que ha
de figurar en su equipaje sentimental, produce efectos esnobis-
tas, postizos. Hasta el ibérico furor utilizado para seducir, pa-
rece Eingido; como si andase representando lo que haría un espa-
nol medio en su lugar. Tan solo llegareraos a vislumbrar tra-
zas castizas, en el caràcter provocativo con que don Juanito
usa de su líbertad. Siguc siendo muy de acà lo de andar re-
tando al mundo, porque es moza garrida aquella a quien besa-
mos públicamente, o aquella otra que nos dispensa sus favores.
Ante los demàs, o nos recatamos y almidonamos, o nuestro aire
sopla desvergonzado, audaz, extremo. Como espetando a los
«malditos» que contemplan la escena: «tVéis lo que consegui
con mi constància?, pues vosotros..., ihala, a fastidiarsel».

Però Don Juanito, lector pacientisimo, es flor de temporada.
Con los primeres frios y catarros, desaparece de estàs playas.
Diriase que ha muerto. Però no... Le veraos de tarde en tarde
pasar como un espcctro. Huidizo, solo, avergonzado de su rtiis-
ma soledad, es el màximo exponente de la despoblación inver-
nal de la costa.

N.P.

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