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EL LLOBETENSE.

laba más le disparaba untiro á quema-ropa. Era su intento recobrar el dinero que po-

Creyóse sinduda que un acto de rigor co antes habían entregado alcolector. Decían

bastaría á reprimir la insubordinación, pero que habiéndose dejado libres á los demás de

no solamente con él no se aquietaron los áni- realizar el pago, era una crueldad que se h u -

mos, sino" que además produjo resultados con biese impuesto á ellos este sacrificio, y que

traproducentes. Pues al observar los pescado como la ley debía ser igual para todos, pe-

res lo que ocurría, pusiéronse en pié todos á dínn que seles devolviese su dinero. Negóse

la vez como impulsados por un resorte, y di- en un principio el colectora tanta condescen-

rigiéndose unánimes alTribunal y al Subde- dencia, produciéndose un serio altercado e n -

legado, manifestaron entono amenazador y tre él y los pescadores. Envano el Escribano

resoluto, que ó aquel hombre ironba á la cár- intentó persuadirles que ninguno de,los que

cel, ó bien debían llevarlos presos á la misma se habían retirado quedaba exento de aquella

á todos ellos.                                   obligación, en. vano procuró demostrarles las

    No fue menos desconsolador el éxito de       funestas consecuencias.quepodía acarrearles
aquella medida en la agitada muchedumbre         tamaña imprudencia: en su obsecnción no sa-
que llenaba la calle. Apercibióse un niñode      bían ver por todas partes más que arbitrarie-
lo que sucedía á José Maciá y dióle en ir y      dades óinjusticias y quisieron recobrar á to-
venir corriendo deUna á otra parte al mismo      do transe el dinero que antes habían desem-
tiempo que gritaba como un loco: ¡ja ne-li-      bolsado.

gan un! ¡li apuntan una.fistola! á cuyas vo- Una vez logrado su objetn desocuparon el

ces, acudiendo más gente, recrudeció el al- zaguán marchándose á sus casas, con lo cual

boroto, aumentando los insultos al Tribunal los individuos del Tribunal de Marina queda-

y multiplicándose las pedradas á la casadel ron libres j>ür esta parte del peligro de ser

Subdelegado. Esque cuando el estado,de los atropellados. Despedidos los pescadores, era

ánimos alcanza cierto grado de exaltación, lógico pensar que cesaría también, el tumulto

lejos deintimidarlos toJu medida rigorosa, de la calle. ¿Qué razón existía entonces para
                                                 suponer que-á;e|)ia.-;eontafán,ar%xbiendio'desa-
aún los irrita y exaspera.

    Se encontraban, pues, entre dos fuegos       parecido la cá.us'¡rque le dio origen? No obs-
los individuos del Tribunal. Por una parte       tante, el alboroto prosiguió, y lo que reviste
los pescadores T&el zaguán, que habían roto      rnayo^ extrañéza, con carácter más provoca-
la disciplina insubordinándose & sus gefesy y    dor yagresiyx»;
de otra los amotinados de la callé; que no ce-
jaban en su afán dehostilizarlos y que po-           Explicaremos loque ocurrió en ©1 próxi-
                                                 mo número de EL LLOBETENSB.

dían cortarles la retirada si era;, conveniente  J. GALOEKÁN.

apelar á la fuga.           • • '<"'•'•

     Vista la gravedad que el tumulto reves-         0RDENÁÑ2AS fÜNICIPAIiES
tía y el mal éxito dé lasmedidas tomadas,
consideróse necesario despedir á los congre-      PAEA HÉGIMEN DE ESTA VILLA DE'LLORET DE MAR
gados y se desistió deencarcelar al atrevido           ACORDADAS POR. EL- MAGNÍFICO AYUNTAMIENTO
patrón. El Escribano les manifestó que po-
dían retirarse á sus casas, dándose por termi-      - CONSTITUCIONAL DE LA. MISMA EN EL AÑO 1857. (1)
nado el acto dela convocatoria, lo cual efec-
tuaron los pescadores al momento, nosin sol-                          TÍTULO PRIMERO.
tar al marcharse expresiones indecorosas con-
tra el Tribunal y contra los «opresores de los           SURTIDO Y VENTA DE ALIMENTOS Y EFECTOS.
pobres.» Solo los que habían satisfecho su
deuda permanecieron en aquel sitio;"y ¡cosa                           Articulo 1."
extraña! esos al parecer de carácter dócil y                os vendedores de toda clase de comes-
pacífico, pues habían pngado á la primera in-               tibles,^ escepción delas frutas y ver-
dicación, que habían mo'strado hasta enton-
ces sensatez y sangre fría, sequedaban *allí                  duras,, deberán tener las balanzas
con el propósito dearmar camorra.                             apoyadas ópendientes de un palo ó

                                                      (I) Siendo conveniente que carta uno conozca sus derechos y de-
                                                 beres en lo que concierne 'i la vida municipal, creemos do interés pa-
                                                 y<\nuestros lectores la publicación de las ordenanzas municipales.

                                                      Adveí litnos que las insertamos integras prescindiendo de las pe-
                                                 queñas alteraciones que'lian sufrido desde I80T h;isla !i fecha, las cua-

                                                     dató.nos á conocer dospués por separado.
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