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EL LLORETENSE.

rece mucho porsu forma k una máquina de escribir; Huevos artificiales,—-.Según un periódico, la fabri-

tiene cuarenta y dosteclas y en ellas están marcadas oación de los huevos artificiales ha alcanzado en Amé-

las letras del alfabeto, los números cardinales y los rica gran prosperidad: una sola cesa elabora más de

signos de puntuación ortográfica.                         mil huevos por hora;

Para trasmitir un signo cualquiera, no hay sino La yema se hace dé una pasta que contiene harina

oprimir en el aparato trasmisor la tecla correspon- de trigo, almidón y'otros ingredientes y la clara con

diente., y al instante marca la rueda impresora del albúmina, cuya composición química es igual á lade

aparato receptor un signo idéntico sobre un papel.        los huevos naturales.

La primera ventaja de este aparato sobre el de Con una película de gelatina se forma la envoltura

Morse es que puede usarle, sin previo estudio, el más interior, y la cascara se elabora con un yeso especial

lego; la segunda, quesiendo'automático.y marcándo- y es algo más espesa que la natural.

se lo trasmitido, así enla máquina de trasmisión como Hecha la yema en forma de bola, se sumerge en la .

en la de recepción, no hay lugar á error; y~la terce- albúmina y se somete á un movimiento de rotación

ra, y muyimportante, que los despachos no pueden bastante rápido para darle forma oval. Después se su-

leerse al oído, lo queasegura el secreto.                 merge en la gelatina y de allí se pasa á la prepara-

                                                          ción de yeso, y como este se seca inmediatamente, e¡'

                                                          huevo no pierde su forma.

    Trasmisión de la tisis del hombre á las gallinas.— Én el sabor, estos huevos se confunden con los n a -
En una delasúltimas sesiones de la Sociedad deAgri- turales; pueden conservarse frescos mucho tiempo, y
cultura de Francia Mr. Eloire esplicó un caso muy se rompen con menos facilidad que los naturales.

curioso de trasmisión de la tisis del hombre á las ga-

llinas. Un vaquero de Charenton tenia empleado ensu       SOLUCIÓN Á LA CHARADA ANTERIOR.
establecimiento un individuo atacado de tisis tubercu-                              ltapé.
losa al segundo grado; el muchacho empeoraba cada

dia, y el propietario le encargó el servicio del corral,

que no exigía tanto trabajo. Seis ó siete semanas des-      CHARADA.
pués de cuidar el corral murieron dos gallirjas, sin
que nadie se preocupara de la causa de su muerte; la

mortandad continuó en mayor proporción, y entonces,           Ai jurarme cierto día
el propietario alarmado, envió una gallina á la Es-         tu prima tres invertida
cuela de Veterinario deAlfort. Analizada su sangre,         Me sentí, primita mía,
se encontró el bacilo de la tuberculosis, pequeño bas-      mi alma muy conmovida
toncito muy fino quepululaba en aquel liquido.
                                                              Mas hoy. qu«4U * « segunda
    Probablemente los esputos del empleado tísico,          y al revé? d03-fecesprima>:
echados al azar porel suelb y por los alimentos, co-        aprueban ya ífii demanda
municaron la enfermedad á dichas aves. Bajo el pun-         nuestra boda está elegida.

to de vista de alimentación, seria interesante saber si     A Urda prima invertida

los huevos de aquellos animales pueden comunicarla            deseo marcharme sólo
tuberculosis, problema que estudiará detenidamente           i verel rfqs repetida
Mr. Bouley, el sabio presidente de la Academia de             si me des|ia¡¿J)a muy pronto.
Ciencias de Paris,
                                                                 Porque estas cosas todito
                                                            - dependen tatiy.de Palacio

                                                            y sin ofenderte un pito ;

    Represalias de unaPrincesa.—La.princesa Pauli-                           ya sabes que van despacio.  R. B. Q.
na de Metternich, en ocasión de hallarse en un salón
de Viena, perdió unode los dientes que llevaba pos-       La solución en el próximo número)

tizos. Su preocupación no llegó al extremo de ocultar       1. — lef. -j U*. drTorres. ->-{omtliieíM,I
su pérdida. Todo el mundo seenteró del suceso.Bus-

cóse por todas partes, se registrarse todos losmué-

bles, se sacudieron todas la£. cortiles; trabajo inútil:

el diente no pareció.  ;^.-. - I "          . ••                                     BE LA BOCA.

Pero hé aqui que algunos djas después recibe la

ilustre dama un paquete con discreta carta, en que se

la avisaba el envió deldiente perdido. El paquetecon-

tenia, en efecto, un diente; pero... un diente de buey. ELIXIR DENTÍFRICO ESPAÑOL
Aunque la carta era anónima, la princesa recbno-r

ció de dónde partía el golpe, y escribió al que juzga-    jara la cnración de las ¡nferaedales de la misma,
ba autor de la hazaña la siguiente respuesta:

    «Sabía quesentíais por mí grande amistad; -pero         Br. C. Alsina.
nunca hubiese creídooque llegase al sacrificio de ha-

ceros arrancar un diente para mandármelo.»                Aprobado porla Academia Médico-Farmacéutica deBarcelona.

                                                          Frasco 8 rs.—Farmacia de D. EDUABDO MARTÍNEZ.
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