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EL LLORETENSE.

Llamó el Regidor Decano al patrón José Ga- al. Alguacil y á sus compañeros; los cerdans no

rriga, que se hallaba entre los reunidos en él cesaban de amenazar al Tribunal y gritaban de

zaguán con el cual departió en voz baja en la modo que fuesen oidos de los congregados: no

calle, entregándole después un documento que, pagueu, nopagueu.... que agofenunmagall y

según se supo más tarde era una Real Cédula. vajen comnosaltres á arrencar socas y si

Creíase que el Ayuntamiento no miraba con no teñen diners que meiijen rábanissas; (4) t i - '

malos ojos la resistencia de los pescadores, y bios en un principio los pescadores cobraron

sospechábase, por tal motivo, que no sería ex- ardimiento al ver el arrojo de las mugeres y de

traño á este tumulto dicha Corporación. Supu- los cerdansy los muchachos, á la vista de tan

so, pues, el Sub-delegado de Marina que lá pre- edificante ejemplo descargaron sobre la casa del

sencia de los Regidores en aquel sitio, no obe- Sub-delegado una lluvia de piedras, naranjas y

decía á otra causa que á la de oponer dificulta- otros proyectiles. Había empezado el combate.

des al Tribunal, y en esta persuación ordenó al                           .      J, GALCERÁN.
patrón José Garriga que volviese entre los con-
gregados é increpó duramente al Regidor De-          (Continuaré.),

cano por su proceder.

No era D. José Maciá, hombre que se mor- DIVERSIDAD BE OFIMES ACERCA BEL CÓtERA,

diese la lengua al creerse insultado, y si bien

manifestó que nada tenia que ver con los tu-                                 i.
multuados y qué desaprobaba todo acto hostil

á la autoridad de Marina, contestó á las pala-                       OABLES y dignas de atención las diver-

bras irrespetuosas del Sub-delegado con otras                        sas, opiniones que militan acerca del

no menos acres y virulentas. Salieron entonces                 ^cólera, no satisfacen, sin embargo, á

á la calle el Alguacil y el Escribano y auxilia-                     la generalidad de los médicos y de-

ron al Sub-delegado de Marina en su tarea; de más personas entendidas en esta clase de cono-

recriminar al Regidor Decano, dirigiésdol| vej cimientos, ya:                :ción á las lecturas cien-

primero groseros insultes, llegando a f e ^ r        tíficas, ya
de tomarle del Drazó y darle empujones;.'••••Fj
testó de este ultraje D. José Maciá y.»e ^ |         ía&comai
de la calle de la., Torre pronunciando estes | á -
labras: ja veuráñ lo que resulta de áixó. (1) '"'    Llámala                 desde luego que> contan-

    Soliviantados los ánimos de la multitud con      do, como sé                 medios de averi-
el hecho de que acababa de ser testigo, siguió-
                                                     guación, no se podido determinar á punto

                                                     fijo la causa incuestionable de esta enfermedad,

                                                     que por ser tan destructora, ó aparecer alguna

                                                     vez que otra con tanta intensidad, ó se juzga

se' una espantosa gritería á las palabras y ade- más temible que otras, cuyos estragos no son

manes del Alguacil. Dirigiéronse á éste insul- niénes evidentes.

tos y amenazas de todo género. En medio de Si un gobierno ó una, sociedad de poderosos

un ruido atronador oíanse las voces de no pa- ehcomendaserf la tarea de escribir una obra en
guen, no pagueu, que lo Ajuntament no hu vol que apareciese todo lo que se ha dicho acerca
(2) dadas por algunos amotinados. Exhortó el de esta enfermedad, metódicamente arregla-
                                                     da y expuesta, seria un gran servicio prestado
Sub-delegado á la muchedumbre para que des-
ocupare la calle, pero nadie obedeció. Temió         á todas-la]      es. Pero los trabajos aislados
entonces que pasara á las vías de hecho y para                        ílar, incluyendo las. sesiones
amedrantar los amotinados iba volteando el sa-
ble al mismo tiempo que decía: cuidadoel que         de1                entlflcas, no pueden llegar
se desmande, que tengoorden del Bey para cpr-        al cono           fiodos, y de este modo se
                                                     pierden^         bmpleto trabajos de tanta ya-

tarle la cabeza.(3) Más fue en vano: las vay-        / Se ha entíp'léa^o mucha y recomendable tarea
geres' continuaban dando desaforados gritos y,       en hacer estudios sobre el aire y la tierra, pero
como dignas sucesorasde Eva, no descuidajon          casi nada se lía hecho respecto del mar.;
el incitar á los hombres para que atrepellaran
                                                       Muy poco sabemos dé esa gran parte del glo-

                                                     bo, habitada por millares de seres de distintas

i'ti) Palabras textuales que conslan en ol sumarlo.  especies. ""' _

i (5) Palabras textuales.-
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