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EL LLORETENSE. 3
Estos pocos casos que se citan de vactina- dos, que no exige sacrificio de ninguna clase y
·dos á quienes las viruelas han atacado con algu- que debe hacernos invulnerables ú los insidio-
n a gravedad, estamos persuadidos que no hu- sos ataques de este enemigo crnel y porfiado'?
biernn ocurrido si en la vacunación se hubiesen
Vosotras que tenéis la dicha de ser madres,
tenido p1·esentes las indicadas circunstancias, ó que todas vuestras aspiraciones, todas vuestras
esperanzas, se concentran en conseguir el bie-
lo que es lo mismo, se hubiern encomendado a nestar de vuestros queridos hijos; que sus des-
g racias s'on vuestras desg'i·acias, com_o su felici-
un ·facultativo . Por estudios especiales, por la dqd es vuestra felicidad; que á la m&s ligera
-experiencia constante en su cal' rera y por s u sospecha de que sea turbado su reposo. anúbla-
propio discernimiento, el médico conoce perfec- se vuestra frente y se oprime de angustia vues-
tamente las condiciones qne exige la. vacuna- tl'O corazón ¿,porqué esa indiferencia, porqué ese
-cióu, y sabe tomar con éxito cuantas precaucio- descuido culpable en dotarles de un preservati-
nes son necesa1·ias para obtener de ella los re- va seguro contra enfermedad tau desapiadada'?
sul tados apetecibl es. (1)
Francamente, no acertamos á explicarnos
Todo lo dicho hasta aquí obedece <\ un solo la obsecación, que otra cosa no puede llamarse,
é importante objeto: nl deseo vehemente que respecto de una verdad axiomática, comproba-
nadie ignore la verdad indiscutible de q'lte la da por las observaciones de todo un siglo; su.:..
v acu11.ación p1·esfJ1•q;a de las q;fritelas. Mas sen- hiendo de punto nuest ra exkañeza, ante la
tadas aquellas razones, preguntamos á los llo- consideración de dos importantes hechos. Es el
retenses ¿porqué esta apatía en vacunarse'? uno, que hemos sido testigos los lloretenses de
la eficacia de este preservativo, viendo recien-
Cuando son tan recientes las heridas abier- temente como se cebó la viruela en individuos
tas en el seno de varias familias de esta vill a no vacunados, respetando ó dejando ilesos
p.or dicha eqfermedad; cuando vemos t<,davía á aquellos de las mismas familias que lo fue1·011,
person as que visten luto por haberles an ·i;bata-
do á alguno de sus seres queridos; cuando oí- lección que no 11w1·ece se?· desatendida; y es el
mos todos los días el llanto y lamentos de infor- otro, que la expresada enfermedad ha r eapare-
tuuados padres que pe1·dierou, ú causa de la
misma, alguno de sus tiernos é inocent es hijos cido en la villa Lace pocos días, produciendo
¿porqué ese abandono en e~itar , por medio tan g eneral alarma entre sus habitantes, lo cual de-
s encillo, que tales desgracias se rep1·oduzcan'? muestra que los focos no se hallan extinguidos
Ouaudo al creer extinguida la epidemia, la completamente, ó lo que es igual, que en ma-
hemos visto reaparecer una, dos, tres veces, ne1·a alguna podemos consiclet·a'mos libr·f!s ele
sorprendiendo al vecindario y turbando nuestro toclo pelig1·0.
so::;iego con el temor de que invadiera. nuestras
casas; cuando hemos vistu multipl icarse, con su Se dirá. tal vez que hoy no exist en ya nué-
cu.rso, los focos del contagio, aumentando, por vos atacados , y que la enfermedad en su última
cofüiguiente, el riesgo de caer presa de s us aparición, se ha desarrollado sumamente benig-
garras; cuando la vemos caracterizada por una na, síendo más que otra cosa una vá1·ioloide de-
tenacidad y persistencia jaruás obser vada. en es- generada. Esto es una verdad que no dejamos
ta villa cua1Jtas veces se ha p1·esentado en ella, de re conocer y que nos complacemos en con-
hallándonos, por lo tanto, bajo el yugo do una sig nar para conocimiento y satisfacción de to-
amenaza constante; cuando á pesar de aparecer dos . P er o porqué duerme el león ¿,es prudente
ultimamente en una fo rma del todo benigna que v ivil' desprevenidos·?
HO ofrece pelig ro serio, nadie ignora que, por JosÉ GALc ER Á.t\.
una de la::; alteruativas que le son t an frecu en -·
tes , puede convertirse en un verdadero azote,
¿porqué esa obstinación en 110 apl'Ovecharnos
de un medio, que se eucuentl'a. al alcance de to-
( 1/ Creen ·al gunos que es perj udicial l a vucuuución C'.lu ndo se
practica esiando la polJluclün i uvudlú u por las viruelds. La cl.,ncia y In
estadisLica demuesi run quo esLo es u n 01ror pemicloso. No oolo dej o
dc sor perjudh:lul siuó que se recon11e11da pnuclpnlmenrn en l o~ pue-
blos i11v!ldiúos, como una 1nodidu sal vadora. Vcuse la 11 . O. de 27 Di-
c iembre do ISbO, en la c ual se r esu..olve uno consulta del Go1Jern.1dor
de Navarra oobre e->lo parLiculnr , previo informe dc lu l\eol Academia
<le Medicina .