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CARTA DEL D I R E C T O R
I LORET DE MAR: He aquí un libro Folo MARTÍNEZ — Ardiivo CIURÚ
que aconsejaría leer en Primavera
u Otono. Pues creo que cuando un El Lloret de "l'Esteveti /
libro es insustituible, tíenc siemprc una su màscara antigua, sardónlca, però exac- y común de bondad catalana, intensifl-
estación del ano en la que darà mejor jugo ta, a través de las bamballnas. Si dentro càndolo en figuras que parecen obras de
y mas habrà de cundir su lectura. Ese del de cien anos descara alguien saber como arte popular, como las estampas de Èpinal.
cronista de la Villa, al que yo llamo Este- era realmente por dentro la Villa, cual Però al igual que lo que ocurre con Dic-
vet un poco por amistad y un mucho por- parte del Lloret histórico conservàbase aún kens, que empezó su obra con intención
que es asi como le llaman todos, ese su en estos tiempos turísticos, multitudinarios heroicocómica, ve poco a poco que lo h e -
Lloret de Mar. necesita primaveras porque y antipeculiares, tendra que acudir al roico gana terreno sobre lo cómico y acaba
posee la voluptuosa timidez de una don- libro de ÜEstevet y a los Lloret-Match que por encontrarse sobre un altar a varios
cella en flor, y puede también precisar nuestro redactor escribe mensualmente personajes originariamente destinades a
otonos puesto que la palpitante melancolía para TRAMUNTANA. Aquí, en esta última ser objeto de humor. Fàbregas emperò, no
que empana muchos capitules, deja el cn- parte de una obra que completa periodís- lamenta lo que se ha ido, no es m a n r i -
razón otonal, surcado de pequenas nubes ticamente la anterior, Fàbregas se entrega queno, ni mucho menos arcaizante. Però
que disparan lluvia de congoja sobre el a versiones libres, mas divertidas y fun- necesita de la hermosa historia de Lloret,
animo. Uno piensa en Verlaine y en aquel ambulescas, però igualmente vivas y reve- como de una carta que hace jugar son-
santó verso: il pleut sur mon coeur... ladoras. ;:Quién como él, llego a la casi rientc, en el momento oportuno.
Tanta es la finisima criba de matices Irre- justa valoración humorística del fenómeno
cuperables, lentos. pcrdidos ya. sociològica originado por el contacto y Tras la lectura primaveral de este libro,
choque del turismo, con un ambiente local? cambiaríamos gustosos el nombre de la
La búsqueda y la dcscripción del matiz, Villa por lo que el mar haya contribuido
es la mas noble de las vocaclones de nues- Igual que Dickens con su Pickwlck, Fà- a su parto y desarrollo posterior. La deno-
tro escritor (Esteban Fàbregas seria capaz bregas en su Lloret de Mar, traza benévo- minaríamos "Lloret del Mar", Ya que
de dames un volutnlnoso tratado, sobre el las caricaturas del espléndido material hu- Lloret pertenece al Mar, es del Mar, por
arte de regalar un cigarro habano). Frente mano suministrado por la tradición mari- la misma razón que un vasallo pertenece a
a una època chata, ongullida por cierta nera y burguesa de la Villa; demostrando su sefior. Lloret es u n Ceudo del Mar. No
ntvelación de gustos y vaciada de agudeza la capacidad heroica de una clase social es que tenga mar, es que el mar la ha te-
de ingenios, salta un testigo de cargo y ingenuamente inofensiva. Fàbregas se li- nido, la tiene aún y la mantendrà por
distingue con humor aquellos vestigios del mita a dar muestra del tlpo mas sencillo mucho tiempo todavia.
Lloret eterno que aún prevalecen en el
vertiginoso "toquen a córrer" del Lloret
de hoy. En la comèdia humana, Fàbregas
viene a representar algo así como una es-
pècie de imposible espontàneo, asomando
TRAMUNTANA
REDACCIÓN V A D M I N I 8 T R A C I Ó N :
LLORET DE MAR- SAN ROMAN, A
APARTADO 5
DEPÓSITO LEGALi
OE. 170 - 1963
I M PRES IÓ NI
O R A P I C A S T R A V T E R • Figueras
DIRECTOR Y CONFECCIONAOOR:
N. PIJOAN OÓMEZ
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