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ABIERTO '^^
TODO EL AÍ^O i

RESTAURANTE DISCOTHEQUE

^ ....EfíNESTO ADLER

mismo construí el casco exterior, y así empecé a ser uno de los primeros filmadores de la Costa Brava y
Uevé a termino diversas películas.

El doctor Adler tiene, efectivamente, varios fílms argumentados. Sus títulos: "Lobos de mar", "De
isla en isla" —ya citado— y "Monos de la Costa Brava". Con la primera, dedicada a glosar la vida de unos
jóvenes pescadores lloretenses —Els Morets— hoy intrépidos pescadores de coral, obtuvo Adler el Primer
permio nacional de cine amateur del afío 1948.

—^Esa copa es también un trofeo cinematogràfico? le pregunto al ver en un estante un trofeo un tan-
to envejecido.

—No, -responde-. Es el segundo premio de una prueba de esquí que gané en Núria el aflo 1945.

—Però ^también esquiaba Vd.?

—Desde luego. Y no solamente sobre la nieve. Mira esa foto.

Lo veo con los esquís calzados, resbalando sobre un terreno sin nieve y a punto de saltar un obsticulo.

—Doctor, no me diga que...

—Claro, claro. Qerto dia , andando por mi fínca, metí el pie sobre las hojas secas de pino y me p^ué

una soberana caída, con lo cual comprobé que dichas hojas secas hacían el mismo efecto que la nieve.En-

tonces, monté una pista en la pendiente, la cubrí de hojas, puse arena al final, junto ya al precipicio, però

en suficiente cantidad para que los esquís se clavaran y quedarà detenido y de vez en cuando hacía

mis pruebas, saltando incluso un desnivel de casi un par de metros. Los que me miraban decían: Ese loco

hoy se mata. Y cuando me aproximaba al precipicio ya cerraban los ojos. Ni que decir tiene que no pasaba

mas alia. La foto que contemplas es de aquellos tiempos..

—Bien. En varios momentos de la conversación ha hablado Vd. de monos. Los Uoretenses sabemos de

sobra que una de sus aflciones favoritas son esa clase de animales. ^Cómo íe nació esa afición?

—Partamos de que siempre he tenido una marcada mania por la naturaleza y por las bestias. Todavía

ahora, cuando voy a una ciudad, lo primero que pregunto es dónde esta el zoo. Uno de los que màs

me han gustado es el de Lisboa. En el de Frankfort también me pasaba horas enteras, però me hacían

marchar porque algunas veces llevaba el mono conmigo y cuando estàbamos ante la jaula de los chimpan-

cés, de la misma manera que nosotros mirabamos a los de dentro, los chimpancés miraban a los de fuera

y se quedaban atónitos viendo a un mono que no estaba entre rejas. f CONTINUARÀ )

.6 LLORETGACETA