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( CONTINUACION )

Um TARDE
CON EL DOCTOR

 ERNIÜSTO ADIJÜll

El Dr. ADLER, predilecta      Por JUAN DOMÈNECH MONER
lloretense, es actualidad en
estos días en Alemania por
la publicación y éxito de su
Tratado de " Enfermedades
generales producidas por fo-
cos dentarios."

—O sea ^Que no dejaba de córrer algun riesgo ?
-Bueno no tiene importància. En cierta ocasión, hallàndome a bordo de un barco que iba de isla en isla
a suministrar combustible a los faros, que entonces funcionaban con petróleo, les hice notar el riesgo que
tenían con esa carga que aparecía distribuïda en bidones por cubierta." No se preocupe ",me contesto
muy flemàtico el patrón," en la bodega Uevamos pólvora."
De vez en cuando, el doctor Adler, en plena narración, se sonríe socarronamente. Se diria que, al sumer-
girse en el pasado, revive felizmente las escenas de aquellos tiempos.

—Recuerdo-me dice- que por aquel entonces había allí en Canarias, una artista famosa del cine, noruega,
del tipo de Rita Haywoord, que tambi^n entonces estaba de moda con su película " Gilda ". Ni que de-
cir tiene que la noruega en cuestión centraba todas las miradas y todas las atenciones. La seguían por to-
das partes. Un dia se bafiaba muy placentera en el mar y se me ocurrió la idea de gastarle una broma, am-
parado en mi condición de submarinista. Me sumergí silenciosamente y fui a parar debajo de ella hasta
llegar a morderle en un pie. El susto que se llevo fue mayúsculo. Luego aparecí un poco mas alia riendo
a mandíbula batiente. Coincidimos mas tarde en el barco de regreso. Ella llevaba siempre los labios es-
candalosamente pintados de carmín. Por lo visto, le dio un buen dia para estampar repetidamente sus
labios en la almohada. Cuando la encontre en el camarote le pagué el ímporte de la misma al camarero
y la guardé celosa y romànticamente en mi maleta. Lamentablemente, se ha perdido y no tengo ni la
mas remota idea de dónde fue a parar. Seria bonito ahora contemplar nostàlgicamente tantos besos.

   — ^Y cómo empezó su afición al submarinismo?
   -Era el afío 1934. Aquel afío vino a Lloret un japonès que lo practicaba. La comandància de mari-
na daba solo permiso para tres dias porque como la fauna marina no andaba recelosa en absoluto, cual-
quier submarinista de entonces sacaba montones de pescado. Qaro que era un submarinismo muy parti»
cular. El citado japonès llevaba unas gafas de madera que él niismo se habia confeccionado, cerraba las
ventanas de la naríz con una pinza de la ropa y no llevaba tubo de respirar. Simplemente bajaba, cazaba
y volvía a apàrecer rapidamente. Por toda arma, llevaba en la mano una lanza. Con este ejemplo, hubo
entonces en Lloret un grupo que seguimos la afición a las profundidades: Bancells, el veterano atleta,
uno que se llamaba Rodés, un tal Parés, e incluso un seüor de Sils Uamado Mati. También nosostros ha-
cíamos nuestras gafas.
   —PeroVd. se fabrico una camara de fUmar debajo del agua...
   —Fue algo mas tarde. La idea me vino porque en cierta ocasión, cuando ya existian gafas mas perfec-
cionadas provistas de tubo, me hallaba bajo el agua cuando contemplé una escena emociunante. Habia
una murena y un pulpo que era bastante grande —lo capturé més tarde y pesaba ocho kilos—. El pulpo
iba andando y la murema intentaba atacarle. Entonces, el pulpo se apelotonaba haciendo un nudo con
sus tentaculos y la murena no tenia por donde morder. Cansado de verles en actitud expectativa y aca-
bando ya las fuerzas para permanecer sumergido, quise ver el desenlace y pinché ligeramente el pulpo
con el fusil. El animal echó a andar de nuevo y entonces, inmediatamente, la murena se precipito sobre
él y cogiéndole una pata entre sus mandibulas empezó a describir un movimlento de hèlice con lo que
secciono el apéndice del pulpo. Pude asi comprender cómo, sin tener dientes, las murenas podian cor-
 tar los pies del animal. Fue en este caso cuando pensé que habria pagado una fortuna por tener una ca-
mara y poder filmar la escena. De aqui vino la idea. Compré una màquina de dieciséis milímetros y yo

                              ^ ^ — / / noPTnArFTA  5mm^
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