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...NUESTRAS VACAS SAGRADAS

El Conde debe tomar el ultimo avión para Madrid y Pineda quiere llevarle en su viejo V.W. al aeropuerto
Es toda una aventura, però ambos han siempre vivido peligrosamente. A esto y al celibato atribuyo yo
su maravillosa lozanía, su impresionante vigor y su perenne juventud.

Antes de su partida. Don Alfonso debe efectuar aún un par de visitas en opuestos extremos de la viIla.
El viejo coche cruje bajo nuestro peso, però desciende valien te hacia el habitat, como se dice ahora. A
pocos pasos de la estación de autobuses el coche se nos encalla en un montón de arena que bloquea
totalmente la calle. Una paqueria construcción, planta y dos pisos, ha necesitado la ocupación de dos
centenares de metros cuadrados de via pública. Pineda jura por todos los dioses que conoce, maldice algunas
genealogías de ciudadanos de esta villa, pone marcha atràs, libera el coche y, al fin, continuamos. El
recorrido es todo una Gymkhana, sorteando vigas, grúas, hormigoneras, mon tones de ladrillos, de
arena, de escombros, de basura. Pineda no parece haber llegado al fondo de su opulento tesoro de
juramentos. El Conde, en tan to, calla, observa, se asombra, y pese a ello, calcula. Però al llegar
al cabo norte del paseo, ante aquel espectàculo indescriptible ante aquel caos de còsmica grandiosidad,
su impavidez y su flema tienen que venirse abajo. Miles de metros cuadrados de paseo y calles adyacentes
estan al Servicio de la construcción, o por mejor decir: de los constructores. Millones de ladrillos,
centenares de metros cúbicosde madera toneladas de varilla de hierro de todos los calibres, montaffas que
parecen Himalayas de arena. Y basura.

Yo que siempre me he pirrado por la escultura abstracta, me deleito admirando los prismas, piràmides,
conos, y otras formas menos clasificables que aquellos materiales forman. Però Pineda nunca participo
de mis inclinaciones estéticas.

Don Alfonso pregunta al fin: —Decidme, los ingresos que el Ayuntamiento debe obtener de la
construcción, deben ser fabulosos. —

-Astronómicos-, confirma Pineda, absorvido siempre en su gymkhana urbana.
—... Y los que percibirà por derechos de ocupación de vía pública seran mas o menos como las regalías
del Emir de Kuwait... aventura el aristòcrata, porque calculando, digamos a diez pesetas el metro
Cuadrado por dia seran... icuàntos millones al afio crees tú que pueden ser, Zadig? -
—Me temo que este es un servicio que el Magnifico presta por pura simpatia, altruísticamente, que
digamos. Un concejal me dijo hace poco que lo hacían solo por espíritu de colaboración, basado en una
interpretación realista de las cosas .—

-Me parece un increïble despropósito.-
—Lo es para quien no conoce las costumbres, las leyes, diríamos mejor, de nuestra villa. Un personaje
importante lo es aquí el propietario de un hotel. Un VIP, el de una cadena de ellos. Però una persona
respetable y, lo que es màs importante, respetada, una persona con categoria, influencia, clase y... 01
olé, aquí lo es solo el constructor, sea cual sea su talla.
Forman aquí una BRAHMANES espècie de alta casta sacerdotal, como los Lamas del Tibet y los
Bramhmanes de la índia. Puedes compararies al toro brahmítico de que nos habla Kipling, al que se le
permite todo: comer las verduras de los cestos, pisotear losjardines, aplastar las flores, destrozar los
àrboles, emporcar calles, plazas y paseos. Y no proteste usted, querido amigo: sería tiempo perdido.
Puede incluso ser peligroso. El constructor es HOL Y.—
El Conde parece haber quedado convencido y calla durante unos instantes. A la salida del pueblo,
me apeo y nos despedimos.
—Por lo que me habéis contado y lo que acabo de ver, tenéis en este pueblo dos espevies de bóvidos
sagrados...—
—Si querido Conde, però a una de estàs espècies no se le puede tirar.—

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