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REVISTA MORAL-CATÓLICA, CIEHTÍFICA YLITERARIA.
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AÑO I. LLORET DE MAR I." DE NOVIEMBRE DE 1886.
EL GRAN PB0BLE1A SOCIAL principios morales y sus creencias reli-
giosas. ¿No es la ciencia, nos pregun-
tamos azorados, lo que destruye los
errores de la ignorancia, que ilumina
ni. su inteligencia con sus luces, cultiva y
perfecciona su voluntad con los senti-
Los males quehoy dia deplora la mientos que inspira? ¿No suaviza las
Sociedad, y que por grados su grave- costumbres sociales moralizando al in-
dad sube de punto, ante el sombrío dividuo, santificando á lafamilia y di-
cuadro que nos presentan sus creen- rigiendo á los pueblos hacia su bienes-
cias ysus costumbres, nacen, ennues- tar y engrandecimiento....? .,.
tro concepto, de la poca fé hacia las La ciencia queprescinde por conrf*
sólidas verdades delcatolicismo ydel pleto de la firme base de la Moral-cris-
escesivo prurito de gozar quese ha tiana, fuente, á la vez, de verdad yde
apoderado de sus miembros. ¡Fenóme- saber; que no reconoce otra autoridad
,no singular! cuanto masla ciencia que su capricho; que rechaza las luces
domina las inteligencias y hace sentir de lafécatólica yque no educa elco-
su poderoso influjo enla marcha pro- razón de las masas bajo las máximas
gresiva 'de lahumanidad, ya su influ- sacrosantas del Evangelio, no pue-
jo se perfeccionan las artes, adelanta la de ser verdadera ciencia, niinftuit en
industria, progresa el comercio y se ad- modo alguno al perfeccionamiento so-
miran por todas partes asombrosas con- cial; porqué enlugar de robustecer la
cepciones del entendimiento humano, autoridad, afianzar el orden y propor-
más la inmoralidad enella se entroni- cionar á la sociedad lasuma de bienes ¿
za, los principios de orden y libertad compatibles con sus necesidades tem--
vacilan, el respeto á la autoridad se porales v espirituales, desvía sus ideas,
debilita, los sentimientos religiosos se pervierte suconciencia, halaga sus pa,- ,e
amortiguan, y el racionalismo, en fin,siones, y con la fuerza de susfsofismas
pretende destruir, si posible fuera, sus hace crugir en sus asientos á los pode-