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EL IBIS

Eu'ipeznüKis á publicar el bello dis- á mayor perfección que la que se le
                                            proporciona en las escuelas primarias.
curro leído por el joven Director             Y, ¿qué es la instrucción en la acep-
del Colegio Blandease, al ter-
                                            ción que vamos á considerarla? Qué
minar los exámenes de los alum- influencia ejerce en el individuo y en
nos qus en él asisten.
                                            la sociedad para que satisfaga las legí-

Creemos lo leerán con gusto timas aspiraciones de sus miembros?
                                              La instrucción, es luz que disipa las ,
nuestros lectores.                          tinieblas de la ignorancia intelectual

M. I. Sr.                                   del hombre, luz sin embargo, que pro-

     Señores: Terminados están los          yecta espantosa sombra, si sus rayos
exámenes de vuestros hijos en sus dife-     hacia las alturas científicas, no conver-
rentes grados. Si han, ó no satisfecho      jan al seno común de la reljgiónj que
vuestras legítimas aspiraciones, y por      es centro de su fuerza.

su aplicación y talento merecido el Ese grande elemento de civilización,
aprecio de este ilustrado público, voso- de vida ó de muerte para la sociedad,
tros mismos lo habéis podido juzgar, es hoy dia, la palanca de Arquímedes
porque acabáis du ser testigos de sus que todo lo conmueve, la fuerza atrac-
                                            tiva de Newtón que une á los pueblos
conocimientos.
                                            ,en una sola familia, la gran ley de las
  Tal vez, no os habéis fijado lo bast-     inteligencias, bajo cuyo imperio lqs
íante en esa paso de jigante que aca-       pueblos se someten.
ban de <:l:ir vuestros hijos hacia su per-
feccionamiento intelectual; quizá os Y en efecto, que movimiento univer-
habrá pasado desapercibido un hecho sal es ese que agita el mundo de las
notabilísimo.y sobre el cual voy á per- ideas, que. domina los elementos de la
mitirme breves reflexiones, si bien an-, creación, que á su paso se le abren las
tes considero indispensable pediros puertas de sus secretos?
vuestra atención, no menos que vuestra Los astros no le ocultan su naturale-
benévola indulgencia. Y, ciertamente, za y situación, los mares le brindan

si así no fuese, no me hubiera impues- con sus tesoros escondidos, la tierrs»

to un trabajo semejante, al tratar de ! con sus matizados vestidos le descubre

una materia, cuya influencia en el in- i los secretas de su interior y todo cede

dividuo y en la sociedad es bien noto- | á esa rueda regeneradora, á impulsos

ria, y cuyo aire vivificador satura y | de la instrucción que la impela.

mantiene todos los elementos sociales. j Y si en el orden físico ó natural la

Me refiero, á la instrucción popular, á instrucción produce maravillas y es el

exa instrucción que, poco atendida por agente motor de todos los descubri-
los gobiernos, no siempre respetada mientos de que tanto se envanece la
por !ps pueblos, es, sin embargo, el ciencia moderna, en la §sfera moral,
único alimento intelectual que recibe
}# día;.1 ^¡olararia que no puede aspirar    en el mundo del   sentimiento,  su ac»
                                            ! ción aqn es más  poderosa, su  luz es
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