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PERIÓDICO CIENTÍFICO, LITERARIO YDEINTERESES GENERALES.

                         I?ix"blícase cada dos domingos.

                       Suscrición.               Llorettrlar 27 ¡& Setiemíre te 1885.       . Advertencias»                       Hfin 2fl.

           En Lloret tres meses. . . 1 peseta.                                         . L«s su3oríciojies y anuncios Fe pagan
           En la Península tres id. . 1'25 >                                           por adelantado pudieado efectuarlo los
           Eitrangeroj Ultramar i año 10 >                                             feeüores «Bidentes luera da Lloret, en
                                                                                       EBIIOS de Correos j letras de fácil cobro
             Ananc¡03 á preeíos convencionales.

                                                                   tratándose dela educación de la inujer, está

    La Educación de laMujer.—Sobre Consumos.—Las Man-              muda en muchos casos, debemos flpojer respe-
                                                                   tuosamente sus respuestas cuando puede dar-
chas solares y elestado actual de nuestro Phneta, por l\. de       las. ¿Qué nos dice? Qu.e Ineducación, aúnin-
ti. O.—Sección Uluriii'ia: A ver día novia, |)cir Salvador líut1-  completa, produce en ella'los mismos efectos
                                                                   que en el hombre.
da, fconclusión.)—Los Túneles suizos y las Islas Carolinas.—

Caita áLaLucha.—Enhorabuena.—Secci.'n oficial.—Cíonicn
<ie Llurel 51 su comarca.—Crónica General. — Chauda—

Anuncios;                                                                              liras, brutales, crueles, des-

                                                                                       , por regla que

LA EDUCACIÓN DE LA MUJER,                                          apenas tiene ex|||jcr§ii¿i & fas^clases SlJ^fié'Si*
                                                                   dja§. Ámedida ^ ^ ^ B í u j e r se educa, tnénos

                                                                   por lo que apcejipríií' ¿1 colegio, que jior lo

           ÓMO se modificará elcarácter de la mu- que semodifica por el trato social, el ejemplo y
                         ' - ' " : .••"•••'• ••••"••••• el a«oiMÜ*i hom^ejlustraglp ¿no_ se hace más*
           jer educada?
           Todo elmundo sabe que con la "civi- dulce, más afeeWOsa, más dócil ála voz del de-
           lización se modifican, sesuavizan ber, dela razón y del cariño**
                                                                   Nuestro ser es un compuesto de instintos,
las costumbres; que los pueblos menos civiliza-
dos son los más feroces. Este incontestable he- de facultades y sentimientos, buenos, cuando
cho social significa que el individuo, á medida se dirigen al bien» malos, cuando al mal se en-
que seeduca, que seinstruye, seiace menos caminan/ ¿Qué es la educación de,1a mujer?
irascible, menos violento,, más benévolo. Esto Lo mismo que &n el bombre. Elmedio de for-
pasa álos pueblos, pasa álos hombres. ¿Y las tificar los buenas impulsos, y dedebilitar los
mujeres? ¡Oh! con las mujeres se cree que su- malos. Tal vezónos dirá: ¿esos impulsos natu-
cederá lo contrario, porque todo lo que á ellas rales no son natítiralmente armónicos? Respon-
se refiere serige por reglas especiales: el ab- deremos: que los instintos, estando encargados
surdo tiene también sulógica, que se aplica de laconservación del individuo yde la espe-
                                                                   cie, nacen educados; son necesariamente de
hasta dónde puede.
Más clara ó más confusa., esmuy común una naturalezai.de una energía necesaria; pasa
la idea de que la mujer., cuyas facultades inte- fácilmente del limite debido; y se convierte en
lectuales se eduquen, ha de hacerse más varo- crimen ó pasión perturbadora apenas loha pa-
nil, que hade perder la suavidad y lá dulzura, sado-.
que son el encanto desu sexo; que ha de ser Los instintos son necesarios ánuestra vida
menos manejable; quo ha dequerer revestirse material, y lavida del alma esuna guerra con-
de autoridad con perjuicio de la de suopuesto tra los instintos, que exceptuando uno sólo, el
al que produce en todos los vivientes raciona- maternal, tiene-tendencia ádesbordarse y son
les é irracionales. Esta opinión podrá carece/ fatales cuando -se desbordan. ¿Por qué son los
de sentido común, pero encambio tiene nume- salvajes lascivos, sanguinarios, egoistas y la-
                                                                   drones? Porque sedejan arrastrar por sus ins-
rosos partidarios.
Preguntemos ála experiencia, que aunque tintos. Combatiéndolos el hombre civilizado, se
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