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Y-cljispas quo en ciertas condiciones pueden óbte-  0cííion literaria.'
¿ nerse por él frote de laspieles de algunos ani-

;¿ males,' así como también losfenómenos meíeo-     AL CANARIO DE TU CASA.
 •rológicos, á todos losque la ciencia ya no en

. mantillas asigna un origen ó causa común. La

ciencia eléctrica es, pues, moderna, y la pala-     ( EN EL ÁLBUM DE LA SRTA. F. J.)
bra electricidad que espresa precisamente la

.'propiedad que .adquieren ciertas sustancias de      Avecilla inocente
, atraer á otros cuerpos ligeros, como derivada de  que prisionera entre doradas rejas

una palabragriega cuya radical significa atraer,    en lu canto elocuente

* se usapara espresar laciencia que trata del con-  al ciclo elevas tus humildes quejas.
 junto de aquellos fenómenos cuyo conocimiento,     Lloras enlrislecida
  algún tanto científico, no se remonta segura-     la ansiada libertad queun día viste:
  mente más que al año1600, si bien desde-esta      /.Porqué tan abatida?...
                                                    ¿Envidio tu prisión... ¡ay! si pudiera

•época puede muy bien asegurarse que las inves-     guardaría') corazón en lu plumaje,

tigaciones aumentan de una manera constante         uunca mi rostro se mostrara triste;
y segura hasta nuestros días, en quetan admi-       <jue al mirar á mi dulce carcelera
rables y portentosos son sus resultados. Laelec-    como al ver unos ciclos sin celaje
íricidad, sin embargo de esto, es unamina aún       alegre siempre el corazón tuviera.
                                                    Olvida de las frondas y los prados

no agotada, y los que la explotan, tienen aún       las flores, los arroyos cristalinos,

mucho que aprender y descubrir, siendo además       y los montes y breñas y collados
•de gran interés sus deducciones, porel carácter    y espesos bosques de perennes pinos.
práctico y utilitario que generalmente revisten.    ¿Qué encuentras en Natura
Es el agente sutil y misterioso al que están su-    que no lo encuentres en lu amante dueña?
                                                    ¡Si es el prado, las flores, lo divino!...

bordinados los fenómenos meteorológicos que         ¡Mil cielos de ventura

tanto asombro causan porsusimponentes efec-         en los queel alma se extasía y sueña.
tos: preside así mismo á lasasimilaciones ocul-     Di: ¿quien si no su compasiva mano
tas de losvegetales, y su influencia se estíende    tu aumento te lleva bondadosa?
•á los procedimientos químicos, y quizás á las      ¿Y quién le libra del atroz tirano,
                                                    cruel invierno de la selva umbrosa?

funciones deseres animados.                         Muy triste allá estuvieras, solitario;

   De tantas órdenes defenómenos como dicha         sin jamás escuchar su voz melosa...
•ciencia abarca, solo diré breves palabras de uno   ¿Qué fuera, pues, de ti?...' ¡Pobre canario!...
•que porsusterribles proporciones y porel temi-
ble aparato conqueá nuestra vista se presenta,        Avecilla inocente
                                                    que prisionera entre doradas rejas
                                                    en lu canto elocuente

produce siempre en el ánimo, aún de los más         al ciclo elevas tus humildes quejas.

despreocupados, la idea dela pequenez del hom-      Si yo feliz pudiera
bre y del poder Supremo del Divino Hacedor,         guardar mi corazón en lu plumaje,
causa y manantial de vida, en cuyas manos se        ¡Cuántas cosas diría en lu lenguaje!
hallan las colosales fuerzas de que dispone la
                                                                                       EDUARDO S.MNZ TNOGTIÍR.V

Naturaleza: hablo del rayo, imponente fenóme-       VIAJE EN MI MENTE.
no de la Naturaleza agitada por terribles con-

vulsiones, constante peligro para la humanidad

asombrada y fuente al mismo tiempo de ventu- Estasindo me hallaba admirando las preciosidades de la

ra y salud, si noen sí mismo, en los resultados antigua Roma y cual panorama pasaban por delante de mí

que su causa produce. Me refiero á las tempes-      inmensos picos, remate de suntuosos palacios, y á lo último
tades y al rayo, fuerza desconocida, que hoyno      de la colina Finciana, ladeando sus márgenes la Piazza del
-cabe la menor duda en asignar un origen eléc-      Popólo, en donde Ileüopoüs levantó hasta veinte y seis va-
trico después de¡as concluyentes demostracio-       ras de alliirael admirable obelisco, trasportado por el empe-
                                                    rodor Augusto: siguiendo á la derecha de la colina mentada,

nes que á fines del siglo pasado hizo Franklin. se levanta aún orgullos» la villa Borghese, que á pesar de

                                                    haber lanzado sobre ella aquella mole de hierro durante el

                             (Concluirá.)           sitio de 1849 conserva aún bellos recuerdos de lo que fue.
                                                      Por un cambio inesplicable me hallé súbitamenie ett un

                                                    mundo desconocido: yoveía perfectamente montanas inmen-

                                                    sas, volcanes cu erupción, un movimiento físico admirable;

                                                    no mecabía duda, había sido trasportado á las regiones de

                                                    nuestro planeta la Luna. Luego se apoderó de mí un frío in-

                                                    tenso, inmensas montañas de nieve me cenaban el paso y

                                                    después de muchas vueltas y revueltas, inmensos mares se

                                                    destacaban delante de mi y áridas llanuras que la vista no
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