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DEMASIADOS «TÉCNICOS»
No creíamos, en verdad, que a
\ peaffr del ayuno forzado de siete a-
iños (casi siete siglos para el afício-
' nadf» de corazón) sin fútbol, ni cam-
pa,-ai equipo... ni nada relacionado
• con él deporte, surgiera tan potente
y a.rrolladora esa legión de seguido-
res incondicionales de las azuladas
camisolas de nuestros jugadores,
tamateurs* puros cien por cien, (ú-
nica fonna como querríamos ver in-
1 terpretado el fútbol y todos los de-
^•pories)., muatiachos que estén dando
f en cada actuación suya, se gane o
; ito. una, demostración de como se
' lo^C^ <iue la afición local crezca a
'•ojos vistas y les aliente sin tasa, pa- ticos en cantidades francamente
ra corresponder asi a los que en el
~ campo hacen todo lo que pueden y
sab^n para quedar bien.
No se puede pedir más después
de tan largo paréntesis de inactivi-
dad, pues contando con muy buenos
elementos en el primer equipo, hay
por.añadídurj un plantel de juveni-
les que también lo dá todo en cada
encuentro, don Je se forjan las hoy
día promesas, que se transformarán
muy pronto en realidades. Vpor qué
na hablar de los chavales de 10 a 12
años? ifn sinfín de equipos brota a
lo largo de nuestras calles y no hay
tarde en la que r.o se vea p,irtido de
infantiles en el Campo de Deportes,
Los 'equipos» del «Venecia^, <La
Riera*, C. de F. 'Marina' y <Dalt
del Puig* compiten sin tregua en el
campo... y donde hay unos metros
de terrerió libre y algo parecido a
una pelota.
y del ambiente creado alrededor
de todo e^to, ¿qué tne dicen Vds.?
Si hac^ solamente un año les hubie-
sen contado que en Lloret ahora no
merecían casi comentarios los par-
tidos de fútbol de 1." división de
l.igíi, con españolistas y harcelonls-
REGLAS OFICIALES
DE
PELOTA-BASE
tas dispuestos siempre a la polémi-
ca y a pagar cafés, copas y puros,
se lo hubiesen creído? Pues es así.
Donde hay un corro de jóvenes o
mayores, se habla sólo de fútbol lo-
cal, ya sean masculinos o femeninos
sus componentes. Y, como no, por
t Canaletas' de Lloret y sus alrede-
dores, han surgido técnicos futbolís- acatar las órdenes y comprender los
asombrosas, caso que podría tomar-
se como motivo interesante de curio-
sidad, si sólo se tratara de comenta- dores, que portándose como real-
ristas nacidosal calorde unos corros
callejeros con sanas Intenciones, que nuaciones de todos los que parece
normalmente se forman los domin-
gos al atardecer. Pero ya sea por
falta de costumbre, por exceso de
celo o por creerse verdaderamente
enterados del asunto, están arman-
do unos jaleos, trastornando opinio-
nes que nadie ha dado y creando
unos problemas entre los jugadores,
quesólopueden llevara la confusión
y al malestar entre todos ellos.
Menos mal que me dicen que la
Junta Directiva del Club, ha tomado
cartas en el asunto y las aguas han
vuelto al buen cauce.
No comprenden estos aficionados
que lo que sólo lograrán será la des-
unión entre unos compañeros de
fuego, que en el campo y también
fuera de él no deben ser once hom-
bres reunidos al azar, sino un armó-
nico grupo en el que Jueguen y ac-
túen el uno para el otro y todos para
el conjunto, respetándose y ayudán-
dose mutuamente. Que sepan ver
también estos <¡técnicos> que tienen
* vista' de sobra para sentenciar sí
un jugador debe jugaren este o aquel
puesto, y que además les matacon-
sejan que se rebelen si les cambian
de lugar, que en un equipo de fútbol
no hay ningún lugar Inferior a otro,
y que afortunado el jugador que
sabiendo chutar con ambos pies, co'
mo base principal, puede Jugar indis-
tintamente en cualquier lugar del
equipo como Jugador tcomodfn», o
que se adapta a todo. Cuan felices
serían los entrenadores si todos sus
jugadores valiesen para los distintos
puestos del equipo. /Cuantos que-
braderos de cabeza se ahorrarían!
Se han enterado Vds. alguna vez,
si han protestado Arcas, Tejedor o
César, pongo por caso, de que les
hayan colocado de defensas, volan-
tes o delanteros? Disciplina, por fa-
vor, mucha disciplina para saber
buenos consejos, pues si se vé que
hay alguna de aquellas equivocada,
se rectifica sin vacilar, que por algo
somos humanos y no infalibles.
Así están las cosas por aquí y no
puedo dejar de aconsejar a loé Juga-
mente son, o sea modestos elementos
de un equipo de aficionados, hagan
oídos 'sordos a las malévolas insi-
les quieren bien y en realidad les ha-
cen daño, mucho más daño de lo que
ellos creen. Es lógico y normal este
caldeamiento presente de la opinión
futbolística local ante la realidad de
un espléndido campo de deportes y
unos muy logrados equipos. Pero,
paciencia amigos. Los que van Junto
a los equipos en sus desplazamien-
tos a campos forasteros, se dan aho-
ra cuenta y aprecian en lo que vale
nuestro Campo Municipal de Depor-
tes por las perfectas condiciones de
su terreno de juego e instalaciones,
al compararlas con las defícientes o
inexistentes de campos ajenos. El
logro de lo que ahora disfrutamos,
costó aquí mucha paciencia, mucho
esfuerzo y una voluntad a prueba de
disgustos y slnaahores. Pero una vo-