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Eitrangero y Ultramar 1 año 10 ». ' Las susorioiones 7 anuncios Fe pagan
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señoras residentes lucra de Lloret, en
• aelloa. d» Correos y letras de fácil oobro.
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IDI ¡cuál fuesudolor cuándo vio desechados sus
cuidados y eonsejos! El error deaquellosin-
ACE algunos años, enel pueblo de... felices estaba detalmodo arraigado, que ni
~t apareció una enfermedad terrible, sus palabras nisus ruegos pudieron vencerlo.
El cielo lo quiere? decían unos: sí debemos
que hasta entonces no se habíaxo- morir deeste mal, vuestras precauciones son
nocido. Las viruelas sehabían mostádo allí inútiles. Otros decían: lo que hacéis es una
•algunas; veces y enépocas niuy lejal ni|is impiedad, porque vais contra la voluntad de
nadie piensaba en prevenir aquel,.] Bios, apartando deeste modo los dolores y
to, por que era muy raro, y sus 1 ios niales que nos envía. Pero si Élha sidp,
..contestaba, erque;ha( permitido que el horn-
ir una supersticiosa cree|
era inevitable, y que debía sufrirse imite que allado del nial, que nos mata, haya
signación, y más aún, creían que etbien, que nos;consuela, Élquiere la vir-
capaban'A su malignidad, después tjid, y,no obtante deja el vicio sobre la tie-
sido atacados de ella, adquirían urijt» rra, a fin deque e), llómbre tenga la li-bertad
de buenrt salud para el- porvenir, nüentpas d««scoger la unaly:,dejxir el otro. Si al usar
•que los que consentían on tomar precauciones un remedio, que debemos á su bondad, le
•contra .ella arriesgaban elinocularse los gér- ofendiéramos, ¿permitiría que este remedio
menes ele enfermedades más terrible aún. nos curase? ¿Yquién os aseguro, exclamó una
vieja, que este yirus desconocido, que queréis
Por fin llegó un año desastroso: la epide- mezclar con miéstra';Sangre', no producirá los
mia sehizo casi general en aquel pu«blo: lo más terribles efectos? Pero no veis, decía Mr.
mismo atacó á los viejos que á los jóvenes y Bertrand, que mlínuiilia ha recibido este be-
sobre todo á los niños. Duranto algunos ine- neficio, y que ninguno deellos haestado en-
.ses fuetalel estrago que causó, que,apenas fermo?—Sois tanbueno, le dijo la anciana, y
hubo familia que no hubiese visto a alguno Dios estan justo, que no ha querido castiga-
de sus individuos, atacado de esta enfermedad.
Un solo habitante se vio libre aunque su -f(3S. ; " " — • • - • • - — — — ~ .,. , —>**'
familia era muy, numerosa. Mr. Bertrand vi Mr. Bertrand desesperaba de iluminar
vía tranquilameuteen una linda casa, que aquellos espíritus tan endurecidos entus
había adquirido á costa de una vida muy la- preocupaciones. Sin embargo, un díallegó á
. •, : . decidir á.una infeliz madre, que acababa de
boriosa. .
Mr. Bertrand había tenido tuites la' pre- perder á su hijo.
caución devacunar á todos los individuos de Vuela a la cabana habitada por ésta espe-
su familia y esto explica porque ninguno.de rando que en aquellos momentos de agudo
ellos se vio atacado de esta enfermedad. Todos dolor consentiría fácilmente la madre en re-
sus esfuerzos en aquellos tristes momentos se cibir ella y suhijn, que aún estaba en la lac-
dirigieron á aconsejar la vacunación; mas tancia', el único remedio contra el coutagio.